L’artisteThe ArtistLa artista

Del Aor, artiste française d’origine catalane, née à Cognac en 1950, peint depuis l’enfance. Après avoir nourri son esprit par des études de mathématiques pures et de philosophie, elle enrichit son parcours de nombreux voyages pour rencontrer l’homme sur ses territoires.

Parallèlement, elle mène un important travail sur la matière picturale, poussant toujours plus loin sa recherche. Un long séjour en Asie lui permet d’approfondir sa connaissance de la pensée orientale et de pratiquer les exercices énergétiques chinois.

La unión de su aliento a su gesto la acerca permanentemente a fronteras aún nuevas de la pintura. Su trabajo es un equilibrio infinitamente exigente entre la precisión minuciosa de las líneas, la utilización del espacio y la sensualidad de la materia, para producir el "sonido exacto" que vibra mucho más allá de la obra.

Aux portes de Paris, dans sa maison-atelier entourée d’un jardin de bambous à l’orientale, Del Aor puise le calme, la concentration, le contact avec la nature, nécessaires à sa recherche. Loin du frénétique chaos citadin, elle compose, décompose, juxtapose couleurs, matière et or pour atteindre la quatrième dimension : l’espace et le temps se rejoignent. L’œil voyage au rythme des correspondances subtiles entre volumes et plans, se laissant fasciner par l’équilibre des forces entre la matérialité des œuvres et la capture de l’immatérialité de l’espace. Comme un astronome scrutant l’univers, l’œil du spectateur découvre à travers ses toiles l’infini, ou plutôt, les infinis constellés de minuscules particules dorées. Le vide et le plein s’équilibrent, la couleur et la lumière s’exaltent. Le vide crée une zone de méditation invitant à la paix intérieure. Le plein, rempli de particules dorées aux formes sinueuses, s’agite d’une vibration intense qui, dans son ensemble, irradie une harmonie souveraine.

Es un diálogo entre el rigor y la jovialidad.

 

Valérie Humbert

Del Aor, a French artist with Catalan roots, was born in the town of Cognac in 1950 and has been painting since childhood. After grooming her mind with studies in pure mathematics and philosophy, she enhanced her career through extensive travelling when she went out to meet people on their own territories.

At the same time, she worked hard on pictorial matter, always taking her research to new lengths.

A long stay in Asia helped her to deepen her knowledge of Eastern thought and to practice Chinese exercises in energy. By combining the breath she takes with the movement she makes, she has drawn closer to ever new frontiers in painting.

Her work is an infinitely challenging balance between the meticulous precision of lines, the use of space and the sensuality of matter to produce the « right sound », which vibrates well beyond each work.

On the outskirts of Paris in her studio home surrounded by an Oriental-style bamboo garden, Del Aor draws on the tranquillity, concentration and contact with nature she needs for her research. Far from the frenetic chaos of the city, she composes, decomposes and juxtaposes colours, matter and gold to attain the fourth dimension, where space and time come together. The eye wanders in pace with the subtle correspondence between volumes and planes, succumbs to the fascination of balance of force between the materiality of her works and the capture of the immateriality of space. Like an astronomer scrutinizing the universe, the eye of the onlooker discovers in her paintings the infinite, or rather the infinites, constellated in tiny golden particles. Emptiness and fullness find their balance, colour and light are jubilant. Emptiness creates a zone of meditation prompting inner peace. Fullness, filled with sinuously shaped golden particles, is activated with an intense vibration which, as a whole, irradiates supreme harmony.

A dialogue between rigour and light-heartedness.

 

Valérie Humbert

Del Aor es una artista francesa de origen catalán, nacida en Cognac en 1950, y que pinta desde su infancia. Tras alimentar su espíritu con estudios de matemáticas puras y filosofía, enriquece su camino por medio de numerosos viajes en los que busca conocer al ser humano en cada uno de sus territorios.

Paralelamente, lleva a cabo un importante trabajo en materia pictórica, donde cada vez lleva más lejos su búsqueda. Una larga estancia en Asia le permite profundizar en su conocimiento del pensamiento oriental y practicar los ejercicios energéticos chinos. La unión de su aliento a su gesto la acerca permanentemente a fronteras aún nuevas de la pintura.

Su trabajo es un equilibrio infinitamente exigente entre la precisión minuciosa de las líneas, la utilización del espacio y la sensualidad de la materia, para producir el « sonido exacto » que vibra mucho más allá de la obra.

Al lado mismo de París, en su casa-taller, rodeada por un jardín de bambús al estilo oriental, Del Aor se sumerge en la calma, la concentración, el contacto con la naturaleza, tan necesarias para su búsqueda. Lejos del frenético caos urbano compone, descompone, yuxtapone colores, materiales y oro para alcanzar la cuarta dimensión:
el espacio y el tiempo se funden.
El ojo viaja al ritmo de las correspondencias sutiles entre volúmenes y planos, se deja llevar por el equilibrio de fuerzas entre el materialismo de las obras y la captura del espacio inmaterial. Como un astrónomo que escruta el universo, el ojo del espectador descubre a través de sus telas el infinito, o mejor dicho, los infinitos bañados en minúsculas partículas doradas.
El vacío y la plenitud se equilibran, el color y la materia se exaltan. El vacío crea una zona de meditación que invita a la paz interior. La plenitud, rebosante de partículas doradas con formas sinuosas, está agitada por una intensa vibración que, en conjunto, irradia una armonía soberana.

Es un diálogo entre el rigor y la jovialidad.

 

Valérie Humbert